Muy mal porque primero he preguntado por el baño y me han dicho que no tienen, cuando en todos los Lidl tienen baño, después al salir del parking no podía salir después de hacer dos compras, una de casi 50€ y otra de 10€, me han dicho que he superado una hora de estancia que tenía que pagar, la sorpresa ha sido que cuando he ido a pagar a la máquina me ha cobrado 10,50€, una barbaridad por la estancia, había pagado en el centro de la ciudad un rato antes 14€ por más de 6h.
La estrella la doy por qué no puedo dar negativo.
A sido una experiencia muy muy desagradable, jamás en un Lidl había tenido empleados tan desagradables, espero que los responsables tengan en cuenta mi reseña.